Campaña de En lucha para impulsar las acampadas y extender las ideas anticapitalistas

sábado, 18 de junio de 2011

No la criminalización del movimiento, no a los presupuestos antisociales. El #19J toma las calles!

Entre los días 14 y 15 de junio, miles de personas se concentraron alrededor del Parque de la Ciutadella en Barcelona, dentro del cual se encuentra el Parlament de Catalunya. El objetivo de la concentración era dejar bien claro que el movimiento del 15M no acepta los recortes incluidos en los presupuestos de la Generalitat de Catalunya y que tiene alternativas a que la crisis la paguemos los de siempre. Estos nuevos presupuestos pueden ser calificados como los más antisociales de la historia de la Generalitat. Avanzan en el desmantelamiento de la sanidad y la educación pública. Incluyen recortes que el señor Artur Mas negó que haría durante toda la campaña electoral, lo que le llevó a ganar las elecciones autonómicas de otoño del 2010. Se trata, en definitiva, de unos presupuestos que priorizan a las clases adineradas a costa de agravar la ya precaria situación de las clases populares.

En las elecciones municipales, CiU fue votada solamente por una de cada siete personas de las que tenían derecho a voto. Por lo tanto, no se puede decir que los resultados electorales hayan supuesto un espaldarazo a las políticas de recortes.

En otras palabras: las acciones del 14 y el 15 de junio son legítimas y dejan bien claro que las cuentas que se acabarán aprobando no sólo son antisociales, sino también antidemocráticas, dado que se hacen a espaldas de la mayoría de la población y benefician solo a una minoría –por ejemplo la patronal de los hospitales privados, de la cual era presidente hasta hace poco el consejero de sanidad Boí Ruiz.

Como En lucha, pensamos que el movimiento del 15M tenía y tiene plena legitimidad para situarse ante el parlamento y dejar bien claro su posición.

Las acciones de los días 14 y 15 estaban concebidas como un acto simbólico de bloqueo para mostrar la oposición a los duros recortes por medio de la desobediencia civil y la resistencia pacífica. El objetivo no era evitar a toda costa la celebración del pleno. El movimiento ha demostrado su inteligencia política muchas veces y tenía muy claro que los presupuestos se acabarían aprobando un día u otro –como hizo el Partido Popular con la guerra de Iraq, a pesar de la mayoritaria oposición popular.

La declaración conjunta de los partidos políticos catalanes –incluido ICV-EUiA– ha condenado las protestas del día 15 por la mañana, y todos los medios de comunicación se han sumado. Se ha hablado de líneas rojas traspasadas y, sobre todo, se ha utilizado el siguiente argumento: “Se ha atacado a la democracia”.

Este es un argumento falso y maniqueo. La democracia no es sólo el parlamento, ni mucho menos. La participación, las manifestaciones, la autoorganización popular forman parte de la democracia tanto o más que el parlamento. De hecho, una de las demandas del movimiento es una profundización democrática frente a unos mecanismos consistentes en votar cada cuatro años, delegar las decisiones en manos de los políticos profesionales durante todo este tiempo y aceptar todo aquello que salga de las instituciones, aunque se haga en contra de la opinión de la mayoría de la población. A todos los parlamentarios que se declaran demócratas y herederos de alguna manera u otra de la Revolución Francesa que instauró la democracia actual, les haría falta recordar la frase de un revolucionario francés: “Cuando el gobierno viola los derechos de los pueblos, la rebelión es el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes” (Marqués de la Fayette).

También se ha condenado la violencia y se ha querido criminalizar a una parte del movimiento. Se hace necesario, pues, aclarar varias cosas.

En primer lugar, los enfrentamientos fueron mínimos y han sido exagerados hasta la extenuación, repitiendo una y otra vez imágenes interesadas.

En segundo lugar, no hay ningún parlamentario herido, ni siquiera entre los que pasaron entre los manifestantes. La actitud de las personas concentradas ante el parlamento fue no violenta aunque decidida; se trata sobre todo de una rebelión pacífica.

En tercer lugar, las medidas incluidas en los presupuestos –como son los despidos masivos a educación y sanidad, el cierre de quirófanos, camas hospitalarias y la masificación a las aulas públicas– sí que constituyen medidas de una gran violencia social que afectan a la calidad de vida de millones de personas. Los medios de comunicación no se están centrando en estos efectos desastrosos para la sociedad, sino que intentan crear una cortina de humo criminalizando la movilización de estos días.

Las acciones de los días 14 y 15, así como el encuentro de diferentes asambleas de barrios y pueblos, la charla a cargo de Arcadi Oliveres y Miren Etxezarreta –economistas contrastados y profesores de universidad, que aportaron valiosas ideas sobre cómo los gobiernos podrían obtener los fondos que dicen que faltan– y las concentraciones –por la mañana frente al parlamento y por la tarde a las puertas de la Generalitat– fueron pasos acertados y valientes que muestran el camino para lograr cambios que mejoren la vida de millones de personas. La partitocracia, con el gobierno de la Generalitat al frente, no puede tolerar que alguien cuestione sus prebendas. En consecuencia, ataca frontalmente a los movimientos que se le oponen. El movimiento del 15-M no es ninguna excepción.

El movimiento del 15M supone una esperanza real de cambio para mejor. Las personas que forman parte de él no deben dudar de ellas mismas ni creer que la opinión publicada corresponde a la opinión pública. El día 15 de junio por la tarde, cuando marchaban hacia el Palau de la Generalitat, los coches hacían sonar el claxon; la gente salía a los balcones para apoyar la manifestación; la prensa que cubría la manifestación se sentó con los manifestantes; las trabajadoras de la limpieza del ayuntamiento de Barcelona se asomaron a la ventana para aplaudir.

En conclusión, como En lucha:

* Apoyamos las acciones de los días 14 y 15 de junio.
* Rechazamos la criminalización del movimiento del 15M.
* Hacemos un llamamiento a todas las personas que piensan que los recortes son injustos, que quieren una sanidad y una educación públicas mejores, más democracia y un mundo mucho más justo, a acudir a la manifestación convocada el domingo 19 de junio en todas las ciudades del Estado.

Fuente: En lucha

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